Rosa azul

Rosa azul

martes, 1 de marzo de 2011

Fin y principio





Después de cada guerra
alguien tiene que limpiar.
No se van a ordenar solas las cosas,
digo yo.

Alguien debe echar los escombros
a la cuneta
para que puedan pasar
los carros llenos de cadáveres.

Alguien debe meterse
entre el barro, las cenizas,
los muelles de los sofás,
las astillas de cristal
y los trapos sangrientos.

Alguien tiene que arrastrar una viga
para apuntalar un muro,
alguien poner un vidrio en la ventana
y la puerta en sus goznes.



Eso de fotogénico tiene poco
y requiere años.
Todas las cámaras se han ido ya
a otra guerra.

A reconstruir puentes
y estaciones de nuevo.
Las mangas quedarán hechas jirones
de tanto arremangarse.

Alguien con la escoba en las manos
recordará todavía cómo fue.
Alguien escuchará
asintiendo con la cabeza en su sitio.
Pero a su alrededor
empezará a haber algunos
a quienes les aburra.

Todavía habrá quien a veces
encuentre entre hierbajos
argumentos mordidos por la herrumbre,
y los lleve al montón de la basura.

Aquellos que sabían
de qué iba aquí la cosa
tendrán que dejar su lugar
a los que saben poco.
Y menos que poco.
E incluso prácticamente nada.

En la hierba que cubra
causas y consecuencias
seguro que habrá alguien tumbado,
con una espiga entre los dientes,
mirando las nubes.




Después de todo, estoy sentada bajo un árbol,
a la orilla de un río,
en una mañana soleada.
Es un acontecimiento banal
y que no pasará a la historia.
Nada que ver con batallas ni pactos
cuyas causas se investigan,
ni con tiranicidios dignos de ser recordados.

Y sin embargo estoy sentada junto al río, es un hecho.
Y puesto que estoy aquí,
he tenido que venir de algún lado
y antes
estar en muchos otros sitios,
exactamente igual que los grandes descubridores
antes de salir a cubierta.

Hasta el momento más efímero tiene su pasado,
su viernes antes del sábado,
su mayo antes de junio.
Son tan reales tus horizontes
como lo de los catalejos de los almirantes.

Este árbol es un álamo enraizado desde hace años.
El río es el Raba que fluye desde hace siglos.
No fue ayer cuando unos pasos
formaron el sendero.
El viento , para disipar las nubes
tuvo antes que arrastrarlas aquí
Y aunque en los alrededores no pasa nada importante,
el mundo no es más pobre en sus detalles,
ni está peor justificado, ni menos definido.,
que en la época de las grandes migraciones.




El silencio no sólo acompaña a conspiraciones secretas.
Ni un séquito de causas a ceremonias de coronación.
No sólo se erosionan los aniversarios de las sublevaciones,
también envejecen lo guijarros en la orilla.

Complicado y denso es el bordado de las circunstancias.
Costura de hormigas en la hierba.
Hierba cosida a la tierra.
Diseño de olas sobre la que se enhebra un tallo.


Por casualidad estoy aquí y miro.
Sobre mí una mariposa blanca bate en el aire
unas alas que sólo a ella le pertenecen
y una sombra se me escapa a través de la mano,
no otra, no cualquiera, precisamente la suya.


Ante esta visión siempre abandona la certeza
de que lo importante
es más importante que lo insignificante



Wislawa Szymborska, de Fin y principio, 1993





3 comentarios:

KангеЛ dijo...

Y después de todo,
una y otra vez,
Inspira... expira...

lauviah dijo...

La verdad esta en ti y la realidad en la forma en que la cuentas ,,,,.
Y escuchas sabiendo que conoces ambas opciones ,, y entiendes que saber la verdad y la realidad no te dan ventaja ni premio de consolación ,,
por que tan solo estas sentada observando como la vida se mueve ,,
recordando que un día fue al contrario ,,, entonces te preguntas si era mejor cuando te movías al rededor de ella sin ser conciente del movimiento,,
Pero después de todo estoy sentada bajo un árbol
A la orilla de un rió , es un acontecimiento banal
Que no pasara a la historia .. pero que estoy sentada
Es un hecho,,,,,como el hecho de que ves la verdad tanto
Como la realidad ,,, Así que sientes que no hay nada
Mas importante que sentir que estas sentada bajo un árbol.

Todo principio tiene un final , y el origen del final es un principio.

Algo mas que un abrazo

KангеЛ dijo...

Es la historia la que está en ti... la verdad está en cómo se cuenta, porque la misma historia puede tener muchas verdades en función de la forma de contarla.
Y cada cual hace de esa verdad, su propia realidad.
Pero eso es tan relativo, que nadie tiene ventaja, ni premio de consolación sólo la historia puede tenerlos.
Siempre hay una guerra tras otra, siempre hay que poner las ventanas en su sitio, siempre hay que limpiar las carreteras, para que puedan pasar los muertos, ó para que llegue otra nueva guerra.
Lo malo de estar sentado observando cómo la vida se mueve, es que no dejamos más opción que recordar que un día fue al contrario y preguntarte qué es mejor.
Da igual.
Como si deseas con todas tus fuerzas que la Tierra estalle, y el Universo desaparezca.
Después de todo, sólo te queda respirar...

Un abrazo y algo más...