Rosa azul

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viernes, 18 de febrero de 2011

La Leyenda de la Rosa Negra

En la primera entrada de este blog hablaba sobre las rosas azules, y comenté que más adelante escribiría sobre las rosas negras.
Todo tiene su momento, y el de ese escrito ha llegado.





La Leyenda de la rosa negra

En tiempos de la Edad Media, los habitantes de un pueblo de Inglaterra, sentían en sus cuerpos el temor por alguien que sólo veían salir cuando la luna despertaba.
Entre la gente del pueblo se decía que era un vampiro. Vivía solo a las afueras del pueblo, en una residencia parecida a un castillo, la cual abandonaba cuando el sol se ocultaba tras el horizonte. Bajaba al pueblo y rondaba sus calles, plazas y posadas a pesar de que existía el llamado toque de queda debido a este Ser. Un día, una viajera se detuvo a descansar en ese pueblo a las faldas de la residencia del vampiro, y por tal que era visitante, ignoraba que existía un toque de queda por las noches y que estaba prohibido rondar las calles cuando el sol había caído.

Una noche, como otras tantas había hecho, salió a caminar para conocer el pueblo. Con un estruendo nocturno, sus pasos retumbaban en las paredes de las casas. Para su sorpresa, notó que las calles estaban abandonadas por completo. En ese momento, vio una silueta que se desplazaba a lo lejos y le dio alcance para intentar averiguar el por qué de la soledad en las calles.






El vampiro se sorprendió de ver una persona que no le temía y le preguntó a la viajera que si no tenía miedo de que él le fuera a hacer daño, a lo cual la viajera le contestó que no tenía por qué ya que no le conocía de nada y que las personas de ese pueblo habían sido muy amables con ella. Así que no tenía nada que temer. El vampiro sonrió y la invitó a que lo acompañara a dar su acostumbrado recorrido por las calles, lagos y plazas. Así pasaron la noche, el Ser supremo se sintió halagado de la compañía de esa hermosa dama y le explicó el por qué las calles estaban vacías a cierta hora de la noche. La viajera se sorprendió al escuchar la razón por la cual la persona que estaba con ella era protagonista pero no le importó, pues no creía en la existencia de seres llamados vampiros o no muertos, puesto que no había visto nunca ninguno.

La noche siguiente nuevamente se vieron para seguir con su bella charla y para que el ser supremo siguiera contemplando y conquistando la belleza de esa mujer. Al enterarse los hombres del pueblo, dieron aviso a la viajera que existía un toque de queda en ese lugar y que conforme a la ley no tenía que salir por las noches. La viajera explicó que había conocido a un caballero que cada noche rondaba el pueblo y que no tenían nada que temer. Entonces, las personas del pueblo, cegados por la ira, decidieron acabar con este Ser ya que pensaban que la mataría, y así decidieron protegerla.

Llegada la noche, esperaron al vampiro en el centro, en la plaza del ayuntamiento, ya que sabían que regresaría a por la bella dama, su amada. La viajera se sentía indignada ya que pensaba que por su culpa esa persona perdería la vida y ella también se había enamorado de él.
Cuando el vampiro llegó al pueblo se escuchaban gritos y alardes. El vampiro se extrañó, ya que a esa hora no tendría que haber nadie en las calles, por lo cual se dirigió al lugar de donde provenían tales improperios y griterío llevándose una gran sorpresa, ya que las personas que allí habitaban tenían en sus manos antorchas y armas, maderas y crucifijos, para acabar con él.






El vampiro comenzó a huir; entre el griterío alcanzó a escuchar la voz de la viajera que le decía que demostrara que él no era quienes ellos pensaban. Al entrar en su residencia vio en la parte central de su jardín (del cual nunca había brotado una sola flor), una rosa roja. Al recordar que ese era un símbolo de amor para los humanos, la tomó con su mano derecha y la arrancó de un tajo, clavándose las espinas y haciendo brotar inmediatamente su sangre, la cual fue absorbida por la rosa, tornándose así negra. El vampiro no concebía lo que estaban observando sus ojos y supuso que su maldad había salido de su Ser tornando la rosa negra.
Se dirigió hacia el pueblo con la rosa en su mano, para demostrarles que en él ya no existía la maldad, y se la entregó de obsequio a la viajera deseándole con ésta la muerte, para que se convirtiera también ella en un Ser supremo y así estar juntos para toda la eternidad.

(Anónimo)

Una rosa negra significa la conjunción
entre bondad y maldad,
entre la vida y la muerte,
entre el amor y el odio,
entre la noche y el día,
entre el recuerdo y el olvido,
entre el pasado, el presente
y la eternidad.

Una rosa negra abarca todos los colores,
Incluso la ausencia de ellos.
Todos los significados.
Pasíón, amor, respeto y cariño;
Vitalidad, energía, alegría;
Amistad, compañía y juventud;
Confianza, luz, sencillez…

Y belleza.
No existe una rosa tan bella.
Quizás sea su propia esencia,
La conjunción del todo y la nada,
Lo que la hace incomparable.



3 comentarios:

KангеЛ dijo...

No puede existir una rosa negra pura, y con vida.
Para obtener su pureza, su belleza, su ser, su propia esencia...

Debe morir.
Lo que la hace eterna.

lauviah dijo...

Interesante tu historia ,,,
Volvemos a lo mismo ,,
Todo tiene que existir , todos los colores
El uno no se crea sin el otro,,,
Como los miles de colores de esas rosas.

Tal vez ese dama entendía
Que ni lo bueno ni lo malo de cada ser
Es erróneo.
En todo ello esta la esencia del hombre ,,
ver lo que realmente es,,.

Un Vampiro roba de ti lo mejor,,
pero lo puede hacer sin tu consentimiento??

¿¿La muerte de una rosa la hace eterna o el recuerdo de una rosa que tubo vida??

Algo mas que un abrazo.

KангеЛ dijo...

Así es, Lauviah... Lo que para unos es malo, para otros es lo mejor, y todo tiene una razón de ser.
Aunque en esta Leyenda, creo que el más sorprendido es el propio Vampiro...
La rosa solo tiene un camino si quiere ser negra y pura: Morir. Su propia esencia implica la muerte, sin recuerdos, sin memoria. Por eso es eterna.