Rosa azul

Rosa azul

lunes, 31 de enero de 2011

Querido dios...





"Al principio me pareció que era imposible permanecer tres horas solo en el mar. Pero a las cinco, cuando ya habían transcurrido cinco horas, me pareció que aún podía esperar una hora más.
El sol estaba descendiendo. Se puso rojo y grande en el ocaso, y entonces
empecé a orientarme. Ahora sabía por donde aparecerían los aviones: puse el sol a mi izquierda y miré en línea recta, sin moverme, sin desviar la vista un solo instante, sin atreverme a pestañear, en la dirección en que debía de estar Cartagena, según mi orientación.
A las seis me dolían los ojos. Pero seguía mirando. Incluso después de que empezó a oscurecer, seguí mirando con una paciencia dura y rebelde. Sabía que entonces no vería los aviones, pero vería las luces verdes y rojas, avanzando hacía mí, antes de percibir el ruido de sus motores. Quería ver las luces, sin pensar que desde los aviones no podrían verme en la oscuridad. De pronto el cielo se puso rojo, y yo seguía escrutando el horizonte. Luego se
puso color de violetas oscuras, y yo seguía mirando.
A un lado de la balsa, como un diamante amarillo en el cielo color de vino, fija y cuadrada, apareció la primera estrella.
Fue como una señal. Inmediatamente después, la noche, apretada y tensa, se derrumbó sobre el mar.





Mí primera impresión, al darme cuenta de que estaba sumergido en la oscuridad, de que ya no podía ver la palma de mi mano, fue la de que no podría dominar el terror. Por el ruido del agua contra la borda, sabía que la balsa seguía avanzando lenta pero incansablemente.
Hundido en las tinieblas, me di cuenta entonces de que no había estado tan solo en las horas del día. Estaba más solo en la oscuridad, en la balsa que no veía pero que sentía debajo de mí, deslizándose sordamente sobre un mar espeso y poblado de animales extraños.
Para sentirme menos solo me puse a mirar  el cuadrante de mi reloj. Eran las siete menos diez.
Mucho tiempo después, como a las dos, a las tres horas, eran las siete menos cinco. Cuando el minutero llegó al número doce eran las siete en punto y el cielo estaba apretado de estrellas. Pero a mí me parecía que había transcurrido tanto tiempo que ya era hora de que empezara a amanecer...

...Lo que hizo más larga mi primera noche en el mar fue que en ella no ocurrió absolutamente nada"

Relato de un náufrago (Gabriel García Márquez)

9 comentarios:

KангеЛ dijo...

Querido dios,
cuyo nombre desconozco...
Gracias por vivir.
He recordado...
su belleza.
Gracias,
gracias por vivir.

lauviah dijo...

Querido Dios
he llegado a tierra
y en momentos me siento muy pero que muy
defraudada ,,, y como eres Dios me permites hasta que me enfade contigo,,,
hecho mucho de menos volver al mar ,,,
hecho mucho de menos mi balsa,, el cielo limpio ,ver los miles de colores y todas las estrellas ,,
Hoy estoy enfadada ,mañana seguramente volvere a sentir el recuerdo de tu belleza y agradecer que sin mis enfados olvidaria que vivir en tierra es como ser un naufrago donde tambien sale el sol.

lauviah dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=2GhF2mPKnDg&feature=fvwrel

Recomenzar dijo...

Magnifico blog.

KангеЛ dijo...

Lauviah... no debes enfadarte, ni echar de menos algo que sigue donde siempre estuvo.
Quizás cuando lo veas, descubrirás que en tierra firme, como en el mar, también se puede ver esa belleza, y deje de ser un recuerdo...

KангеЛ dijo...

Recomenzar, bienvenida.
Gracias por tu comentario.

Un saludo

lauviah dijo...

veras kahrell( jodio nombresito)
yo hablaba con Dios ,,
y sabes ?
creo que tenemos el derecho de enfadarnos tanto como de darnos el gusto de no ser fuertes siempre,,,.
Ahora si tu tiens via directa con Dios ,,pues mandale mi mensaje y agradecida por el tuyo.

Sabes?,, no se por que me siges cayendo bien.

lauviah dijo...

P/a; oyesss que la cancion tambien es para Dios y sus secuaces ángeles,,
pon-le sello urgente ,,
Digale tambien que para mañana unos churros con chocolate para desayunar estaria muy bien.

KангеЛ dijo...

Lauviah...........no coment